El evento no solo reunió a 480 niñas y 96 formadores, sino que logró convocar a más de 1.500 personas en las diferentes canchas de la ciudad, generando un ambiente de integración, unidad y apoyo comunitario. A través de 52 emocionantes partidos y 8 paradas futboleras, el torneo no solo fue una competencia deportiva, sino un espacio para promover valores como el respeto, la disciplina y la equidad de género, esenciales para el desarrollo de nuestra sociedad.

Fomentar el fútbol femenino en la ciudad es clave para abrir espacios de igualdad y oportunidades para las niñas y mujeres en el deporte. El fútbol se convierte en una herramienta de empoderamiento que permite que las jóvenes desarrollen confianza en sí mismas, habilidades de liderazgo y construyan relaciones sanas con sus compañeras. Iniciativas como el Mundialito Sub-14 no solo celebran el talento deportivo, sino que también fomentan la inclusión y la diversidad.

“El Mundialito ha sido una forma de apoyar el crecimiento del fútbol femenino en Medellín. Con el trabajo de los profes, los clubes y los aliados, estamos construyendo el futuro de nuestras jóvenes futbolistas. Gracias a todos”, afirmó Eduardo Silva Meluk, director del Inder. El compromiso de la ciudad con este deporte es cada vez más fuerte, impulsando el fútbol femenino hacia nuevas alturas.

El éxito del torneo no solo se mide en goles, sino en las historias que deja. Salomé Ricardo, una de las participantes, expresó con emoción: “Quiero decirles a las niñas que nunca se limiten, que sigan luchando por sus sueños”. Sin duda, el Mundialito Sub-14 seguirá siendo un evento inspirador para muchas generaciones de niñas que ven en el fútbol una oportunidad para crecer, competir y soñar.
Celebración en la tribuna Niñas jugando fútbol Arquera tapando Niñas jugando fútbol y celebrabdo